Mai se sap.

Un enorme gato negro a punto de atravesar la Avenida Guillem de Castro. Un gato solemne, misterioso y elegante en posición de andar, en el momento preciso en el cual se cruzará en nuestro camino. Queremos confrontar el monumento a los coches que llegan por la Avenida; Que se lo encuentran de frente; Que puedan pensar, aunque solo sea un segundo, que el gato se cruzará en su camino.

Buena suerte o mala suerte... nunca se sabe.

En la Europa de la Edad Mediana, muchos gatos de calle eran alimentados por ancianas pobres y solitarias. Cuando se inició la locura de la caza de brujas, muchas de estas mujeres sin hogar fueron acusadas de practicar la magia negra, y sus compañeros los gatos cayeron en desgracia junto a ellas. Incluso circuló la creencia que los gatos negros eran la encarnación de las brujas durante la noche, que de día se convertían en mujeres. De aquí la creencia que gafan.Para los británicos y los irlandeses, sin embargo, el gato negro es símbolo de buena suerte. Para los egipcios como para los romanos, los gatos eran sagrados.

Buena suerte o mala suerte... nunca se sabe.

El tema de la falla trata sobre la buena y la mala suerte, la casualidad, la superstición en las diferentes culturas, de una manera abierta y sin concretar en exceso. Del mismo modo el libret aborda el tema con cierta ambigüedad. Hay textos de cara o “de culo”, como incluso ocurre con las fotos de las falleras mayores. Los textos principales de Nacho Magro y Teresa Juan atacan directamente el tema y explican la falla. Pero también hay otros textos de autores como Lidia Caro, Fiona Songel, Borja Navarro, Daniela Abatte, David pascual (Mr Perfumme), José Ábalos, María Salguero y Alberto Torres Blandina, creados ex profeso para la publicación, con dos características comunes, que devienen del encargo, un muy limitado número de palabras y un final con la frase “nunca se sabe”. Por otra parte un artículo de Iván Esbri, miembro de Associació d’estudis fallers, repasa las fallas que a lo largo de la historia han sufrido percances y destrozos, caídas o incendios antes de hora, o que sufrieron de “mala suerte”, como la propia falla conocida como "la meditadora", obra también del propio Escif, que no llegó a plantarse entera debido a la pandemia.

El llibret se ha impreso en diferentes tamaños y tipos de papel, con una lectura frenética y repleta de sensaciones, cambios de tono y de ritmo, toda la publicación está “trufada” con ilustraciones de Escif, pertenecientes a su serie “Final Fantasy” que también aborda el tema del mito y la superstición desde un humor agridulce, estas páginas están giradas y suponen una lectura en paralelo entre el resto. La encuadernación se ha realizado en tapa dura con la tripa interior cosida con grapa y pegada. En definitiva una pieza que rebosa materialidad cuyo planteamiento conceptual y diseño conecta directamente con el contenido y con la temática de la falla.

crossmenuchevron-uparrow-left